Raúl es una persona que tiene 45 años, tiene 2 hijos y está casado. Él refiere tener miles de cosas que hacer al día y “no le da tiempo” de hacer ejercicio. Come lo que se le presente en el día, nunca se lleva su lunch a la oficina “porque no le da tiempo” tampoco.
El señor Raúl un día decide hacer cita de rutina con el médico. El médico le comentó que tenía sobrepeso y que sería bueno realizarse unos estudios ya que, hace mucho no se los hacía nuevamente “por falta de tiempo”.
Entonces le mandó a hacer un check up general. Y le sugirió un estilo de vida mas sano, es decir que iniciara algo de actividad física y que por su exceso de peso debería acudir con un nutriòlogo que lo orientara.
En el check up, Raúl tuvo resultados altos de glucosa y colesterol en sangre.
El médico le comentó que tenía que regresar a consulta para que le solicitara otros estudios para descartar Diabetes.
Raúl decidió no regresar con su médico.
Pasó 1 año y Raúl comenzó a sentir cosas que antes no sentía. Sentía mucha debilidad, se dio cuenta que orinaba mas de lo usual, le daba mucha hambre y mucha sed sin explicación. Además comenzó a perder peso involuntariamente.
Raúl se asustó tanto que regresó con su médico…
El médico le mandó un estudio llamado “curva de tolerancia a la glucosa” y revisó a Raúl.
Efectivamente… Raúl ya tenía Diabetes. Y a partir de ese día su vida cambió en varios aspectos.
Actualmente ya depende de 2 medicamentos, uno cuesta $90 y el otro $140 al mes.
En un año tendrá que invertir $2760 sin contar las posibles complicaciones de la enfermedad… Y todo esto por “no tener tiempo” o “no querer tener tiempo”.
Por cuestiones de salud, es necesario "tener tiempo".
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